Me pregunto porque en ese colegio los niños tienen que estudiar en esos sucios barracones, porque no tienen pelotas para jugar en el recreo, ni siquiera tienen un solo tobogán.
Me llamo Pedro, esta mañana en clase la profesora nos ha hablado de que existen países (del tercer mundo) donde las condiciones escolares de los niños son muy malas. Allí no existen escuelas como las nuestras. Los niños estudian en sucios chabolas, eso cuando disponen de un poco de suerte, porque la gran mayoría reciben sus clases al aire libre. Con un poco de suerte pueden contar con algún libro para toda la clase, y casi siempre el que se encarga de impartir las clases es un único profesor, eso sí, cuando algún voluntario de los países “desarrollados” se presta para ir. Pero de todo lo que más me impacto y supongo que debido a mi edad, es que allí los balones que utilizan para jugar (siempre que no tengan que trabajar) son los que ellos mismos construyen con paja y hojas, corren descalzos entre las piedras… para terminar la clase hemos hecho una reflexión, en la que nos ha explicado que debemos sentirnos afortunados por poder recibir la educación que estamos recibiendo y además de hacerlo en un colegio tan nuevo como el nuestro, con todo tipo de materiales e instalaciones para aprender. Ha sonado el timbre. Salimos al patio y desde la cerca vuelvo a ver como en el colegio que hay al girar la esquina los niños están tristes. ¿Porqué no reciben ellos también ayudas humanitarias como las que ha dicho antes la profe en clase?
Empezamos a jugar a futbol y pasan por delante del patio esos niños que antes observaba. Pienso en lo que ha dicho antes la maestra de ayudar a los demás:
- ¿Eh!!!, queréis jugar?
De repente una gran sonrisa ha llenado sus caras.
- Claro!!
Lo hemos pasado muy bien hemos jugado un buen partido, y lo más importante hemos hecho nuevos amigos.
De camino a casa, he pasado por delante del colegio en el que estudian nuestros nuevos amigos, y he pensando que quizás la maestra cuando hablaba de tercer mundo también incluía al colegio de la calle de atrás.
Un nuevo día de clase. Carmen, que así se llama nuestra profesora nos ha preguntado si tenemos alguna duda de lo que explicó ayer. Aprovecho para preguntar:
- Pero profe, entonces ¿También debemos considerar como tercer mundo a los niños que van al colegio que hay al girar la esquina?
No me responde.
COMENTARIO
Con mi relato he intentado plasmar la función de “disminuir las diferencias sociales”. El motivo de esta elección es porque pienso que actualmente existen muchas diferencias entre unos colegios y otros. Encontramos colegios públicos, privados, concertados, de barrios marginales y de barrios ricos. En todos se pretende enseñar y formar a los niños. ¿Pero porqué unos disponen de libros, instalaciones deportivas, etc. Mientras que otros no tienen ni para facilitar un lápiz a cada alumno? Se intenta hacernos creer que tal diferencia no existe, sin embargo se encuentra presente en la sociedad actual. Se intenta hacernos creer que la única diferencia que existe se encuentra entre los países desarrollados y los subdesarrollados. Pero no es así. Dentro los llamados “países desarrollados” también existen muchas diferencias sociales entre unos centros y otros. Intentamos mejorar la situación de otros países, y es bueno, pero el fallo al que me refiero es que siempre vemos las cosas malas en los demás y no vemos como en nuestra sociedad también tenemos problemas de este tipo.
Otra de mis preguntas es la siguiente. ¿Por qué si una de las funciones que pretende cumplir la escuela con la educación es disminuir las diferencias entre los diversos sectores sociales, intentado integrar a todos los ciudadanos en un mismo nivel, no encontramos en primer lugar esta igualdad en los propios centros educativos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario