lunes, 13 de diciembre de 2010

CAPITULO V

DEPORTE COMPETITIVO, VICTORIA Y EDUCACION

- La concepción positivista: es la que sostiene que la competición es una condición previa de desarrollo personal y del progreso social y que proporciona un marco dentro del cual pueden distribuirse justa y libremente beneficios y cargas
- La concepción negativa: mantiene que las situaciones competitivas amenazan los empeños cooperadores, contribuyen a minar unas valiosas relaciones personales y sociales y forman una distinción errónea entre ganadores y perdedores.

DEPORTE COMPETITIVO Y EDUCACION

LA CRITICA AGUDA Y UNA RESPUESTA A ELLA
Sostiene que la competición es si misma es mala. Dice que la competición en la escuela resulta inmoral y que provoca y refuerza valores y conductas sociales indeseables.

A veces se les tiene que obligar a hacer cosas que no quieren (mirar lo subraya pag.79)
OLIMPISMO: Destaca la ética del juego limpio y de la deportividad y resalta la idea de que la competición debería caracterizarse por un empeño honesto y una buena voluntad.

LA CUESTION DEL EGOISMO
En un nivel individual o psicológico, no es posible negar que a veces tienen lugar en el deporte actos de egoísmo, pero que cuando se producen no son perdonados. Lo que necesita distinguirse, por un lado, es la idea del deporte y el modo en que debería realizarse y por el otro el hecho de que no siempre sea realizado así.

LA CUESTION DE GANAR
Tratar de ganar puede considerarse entonces como un rasgo necesario para competir, pero no puede confundiros con la razón o el motivo que tenga una persona para jugar.
Desde el punto de vista del desarrollo personal, a veces se aprende mas perdiendo que ganando.

RESUMEN pag.86

LA CRÍTICA DEBIL Y EL PAPEL DEL PROFESOR
No considera la competición sustancialmente errónea sino tan sola de un modo contingente.
Que se puede hacer:
- Alterar la orientación del valor
- Una apelación sistemática de la educación a la racionalidad
- Ejemplificación de los ideases con los que existe un compromiso.

Si el profesor se esfuerza o insiste demasiado en presentarse como modelo o no se aprecia su sinceridad, es probable que sea despreciado, ridiculizado o quizá, pero aun, desdeñado.
Por lo que, en ultima instancia se mide el trabajo de un profesor de deportes no es tanto por la educación moral de los juicios desapasionados de sus alumnos sino por sus actitudes y conductas cuando se lanzan entusiasmados al reto de la competición.

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