lunes, 11 de abril de 2011

17ª CLASE TEORICA 11-4-11 2ªParte

TEMA 5
INNOVACION Y CANVIO EN EL CURRICULUM DE LA EDUCACION FISICA

Al hablar de innovación nos referimos a novedad, métodos diferentes, progresión, revolución, incertidumbre, modernidad, tecnología…
Desde el comienzo siempre nos hemos referido a que la educación y enseñanza actual necesita un cambio, una reforma innovadora que la haga mejor y más efectiva, para que los niños y niñas reciban una formación mejor, y puedan convertirse en buenos profesionales que sigan el camino de la innovación escolar y curricular que sus profesores han empezado.

Pero, ¿Cómo realizar este cambio?
Si hacemos referencia a la sociedad actual, podemos hablar del cambio o crecimiento tecnológico que esta ha experimentado. Cabe que nos preguntemos si este desarrollo tecnológico ha afectado a la enseñanza en las escuelas y en qué medida la ha mejorado. La sociedad se está modernizando, pero esta modernización tarda más en llegar a las escuelas, universidades… Muchas veces cuando se habla de innovación y cambio en las escuelas, nos referimos a las nuevas tecnologías (ordenadores, proyectores, etc.) que se utilizan para el desarrollo de las clases. Pero esto no es cambiar lo que se enseña sino como se enseña, la metodología. Los profesores enseñan lo mismo y los alumnos aprenden lo mismo, la diferencia está en que si antes se utilizaba una pizarra ahora se emplea un ordenador, sin variar los contenidos.

Por tanto, ¿Cómo podemos innovar? Introduciendo nuevas actividades y deportes, métodos innovadores y diferentes. No solo con el uso de tecnología se puede innovar, este cambio también se puede conseguir con un simple artículo impreso en papel y su correcta utilización.

Además, para dar respuesta a esta pregunta me gustaría rescatar una frase de F: Savater presente en el libro, La Aventura de innovar, cuya lectura realicé el años pasado, así como el comentario que hice de ella:
El buen maestro es el que enseña a prescindir de él (F.Savater).

Hay que crear un alumno innovador. Un alumno que por sí solo sea capaz de trabajar, de hacer cosas nuevas sin que el profesor se las mande. Que sepa qué y cuando tiene que hacer una determinada tarea. Aunque el profesor no sea del todo competente en su labor, el alumno innovador tendrá ganas de aprender. No necesita una figura superior a él que este en todo momento controlándole, evaluándole, mandándole trabajos y diciéndole que y como tiene que hacer las cosas.
De este concepto surge la autonomía del alumno. Pero ¿Cómo relacionar la disciplina con el darle autonomía al alumno? Un buen alumno innovador va a saber aprovechar la autonomía que se le otorgue para trabajar con coherencia. Bajo mi punto de vista, no se trata en darle una autonomía total, sino en dejarle un margen en el que el alumno sea capaz y pueda trabajar por el mismo, pero siempre bajo un mínimo control del profesorado, presentándose este disponible para cualquier inconveniente o duda que le surja al alumno y para orientarlo cuando sea necesario.

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